Historia de los Agustinos III

CAPITULO III
PESENTACION DE TESTIGOS
Y después de lo susodicho en la Ciudad de Villena, día, mes y año susodichos, ante el dicho Señor Gobernador, Don Diego Hernández de Inistrosa, y en presencia de mi dicho escribano, pareció presente el dicho Juan Royz de Junco, escribano, non el dicho nombramiento y presentó pon testigos a Martín Valera, Antón Serrano de Salinas, Tomás Sánchez de Salinas, Juan García de Sepúlveda, y a Hernando Díaz de Escribano, vecino a de esta dicha Ciudad, que estaban presentes, los cuales y cada uno de ellos juraron en forma debida de derecho y prometieron de decir la verdad, y dijeron si juro y amen. Testigos los dichos.
Por la extensión de las preguntas, limitaremos a dos repuestas por cada testigo, eligiendo las más interesantes de cada uno:
TESTIGO 1°: Martín Valera, de edad de sesenta años.
A la segunda pregunta, dijo: Que este testigo en el tiempo Que fue la pestilencia, como la gente de esta Ciudad, por el temor de la muerte, dejaron y desampararon sus casas y haciedad que en esta Ciudad tenían y fueron la mas gente de los vecinos y moradores de esta Ciudad, que a la sazón vivían en ella, y se fueron a los campos y habitaban en donde dicen la Fuente del, Chopo, adonde está edificada y hecha la dicha Ermita y Casa de Nuestra Señora de las Virtudes, en chozas y barracas que para ello hacían y estando en las dichas barracas este testigo nació y después ha oído decir a su madre y a sus ancianos y mayores, según como lo tiene dicho y declarado.
A la octava pregunta, dijo: Por lo que dicho tiene y porque Nuestra Señora es Abogada y Patrona de la Ciudad y de los vecinos de ella y los libra de las pestilencias y de otras, adversidades, porque ha visto algunos años tener necesidad de agua y prometer de ir en procesión a la dicha Casa y luego Nuestro Señor llueve y da los remedios que es servido y que no seria justo que las dichas procesiones se quitasen, por ser tan devota la dicha Casa y por muchos milagros que en ella se hacen y que esto es verdad.
TESTIGO 2º Hernando Díaz, de edad de setenta anos.
A la primera pregunta, dijo: Que es de edad de setenta años, dos mas o menos, y que no concurren en él ninguna cosa de las contenidas en las preguntas generales, ni le tocan, y que desea que venza este pleito quien justicia tenga.
A la séptima pregunta, dijo Que ha visto al Concejo hacer los dichos gastos, en cada un año, en las dichas procesiones, en dar de comer a los Clérigos y Ministriles y pagarles su trabajo a los Ministriles, se gasta en cada un año los dichos cinco mil maravedí sea, poco mas o menos, y que ha visto tomarlo en cuenta a los Gobernadores, porque este testigo ha sido regidor algunos años y lo "ha visto por vista de ojos.
TESTIGO 3º- Hernando de Escrivano, de edad de sesenta y cinco años.
A la tercera pregunta, dijo: Que el dicho su padre y sus tíos de este testigo le dijeron muchas veces como estando en las "barracas mucha gente de esta Ciudad no tenían Iglesia, para que les dijesen misa. Fue acordado entre ellos, que hiciesen una Ermita y tenían diferencias de que vocación se haría. Hasta que vinieron a echar suertes y cupo suertes que se dijese Nuestra Señora de las Virtudes. Y así los dichos, mis padres y mis tíos y otros vecinos de esta Ciudad señalaron el sitio y enviaron a Murcia y trajeron licencia para hacerla y esto sabe de esta pregunta y que en la dicha Casa sabe que se hacen muchos milagros y viene mucha gente en romería, así del Reino de Valencia, como del Marquesado y otras partes y es Casa de mucha devoción.
A la quinta pregunta dijo que del tiempo que se acuerda a esta parte vio que se hacen, en cada un año. Las dichas procesiones, la una el día de Nuestra Señora de Marzo y la otra el día de Nuestra Señora de Septiembre y van en procesión el Concejo de esta Ciudad, la Clerecía y otra mucha gente del Pueblo y de otras partes y llevan trompetas y otros instrumentos y el Concejo da de comer y hacen muy solemne fiesta.
TESTIGO 4º: Tomás de Salinas, de edad de ochenta años.
A la segunda pregunta, dijo Que al tiempo que dicha pestilencia se iba extendiendo en esta Ciudad, este testigo vivía en ella y se fue huyendo de esta Ciudad, por miedo de la pestilencia y que no paró hasta Zaragoza y que vio como huyó mucha gente de esta Ciudad y que casi toda se fue a la Fuente del Chopo, donde ahora esta Nuestra Señora de las Virtudes edificada.
A la novena pregunta, dijo :Que lo que sabe es, que de vista ha visto, como después que la Ermita de Nuestra Señora se edificó, nunca ha habido pestilencia en esta Ciudad, aunque ha habido en la comarca y que tiene por cierto y le parece por experiencia que Nuestra Señora es Abogada de los vecinos de esta ciudad y sabe esto de esta pregunta y no firmó porque dijo que no sabia escribir.
TESTIGO 5º Juan García de Sepúlveda, de edad de sesenta y ocho años.
A la segunda pregunta, dijo Que porque de vista se vio como de aquella pestilencia le murieron a este testigo dos hermanos y oyó decir a sus ancianos, que la mayor gente de este Pueblo se huyó a la Fuente del Chopo, donde está edificada la Casa y Ermita de Nuestra Señora.
A la cuarta pregunta, dijo Que porque de vista ha visto y ve dicha Ermita en aumento, y de cada día va, y que sabe que el Concejo de esta Ciudad es Patrón y Administrador de la dicha Casa y que los quita y otros pone cuando quiere. \
TESTIGO 6°: Antonio Serrano de Salinas, de edad de noventa años.
A la segunda pregunta, dijo Que lo sabe porque se halló en ello presente y vio como hacían barracas la gente a una parte y a otra de la Fuente del Chopo y vio como mucha gente de la ciudad, de la cual había huido por la pestilencia, estaban y vivían en barracas, alrededor de la Puente del Chopo.
A la sexta pregunta, dijo Que él había ido muchas veces a Nuestra Señora en procesión y ha visto una legua, poco mas o menos, y ha visto como el Concejo, como Patrón de la dicha Casa, hace las dichas procesiones y les da de comer a los dichos Clérigos y Ministriles. (14)
No encontramos noticias del Consejo Real a las peticiones del Ayuntamiento de Villena, ni tampoco las Bulas, expedidas por el Papa, aunque sabemos que fueron concedidos estos privilegios, por hacer posteriormente mención de ellos, pero sin citar fechas de cuando fueron conferidos.
El suceso más importante que tiene el Ayuntamiento en esta segunda mitad del siglo XVI, es sin duda alguna, el célebre pleito contra el 0bispo de Cartagena.

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