CAPITULO VI
GASTOS  SOBRE LAS  ROMERÍAS QUE SE CELEBRAN AL AÑO
Los gastos de las romerías de Nuestra   Señora de Marzo y la de Nuestra Señora de Septiembre, los pagaba  siempre el Ayuntamiento, pero los mayordomos no  se ponían de acuerdo en las cantidades a gastar. Esto  ocasionaba problemas al Ayuntamiento, ya que  cuando los Jueces de Cuentas venían a inspeccionar los libros del Ayuntamiento, no querían autorizarlas. 
En el Ayuntamiento  celebrado  el  9 de  Septiembre de 1576, tomaron  el   siguiente acuerdo: Asimismo  se mandó  librar a Bartolomé  Calboche, mayordomo de esta  ciudad,  del gasto que ha hecho  en Nuestra Señora de las Virtudes que fueron cuatro mil cuatrocientos  sesenta y ocho maravedís y de las trompetas mil cuatrocientas noventa y seis maravedís y mas ocho reales, digo nueve, a García Danón porque llevó  a ciertos clérigos a Nuestra    Señora y a Juan González por ser chorrión tres reales, que  todos  son  seis mil  setenta y ocho maravedís en Propios.
Sin embargo hay un acuerdo  en la  sesión del 20 de  Septiembre de 1581, cuya cantidad de gastos difiere de la consignada anteriormente. “Se gastó  en la procesión de Nuestra Señora de las Virtudes, de este año, nueve mil quinientos cuarenta y ocho maravedís, según aparece en la cuenta firmada y jurada por el  señor  Cosme de Santolin, mayordomo.”
Entre estas dos cantidades constatadas, con  solo  cinco  años de intervalo, hay una diferencia de 3476 maravedíes. Esta forma de proceder de los mayordomos, pone en una situación difícil  a los Ayuntamientos, ante los Jueces de  Cuentas “que no las querían pasar en cuenta, por decir que  el  Ayuntamiento no  tenia licencia del Rey para hacerlo."
Así las cosas, el Ayuntamiento se decide pedir licencia al Rey para estos gastos, con al ruego  de que fíjese cantidad a gastar  en  cada romería.
El Rey, Felipe, II,  mediante  Cédula Real, fechada  en El Escorial  en veinticuatro  de Agosto le 1582,autoriza al Ayuntamiento  a gastar  setecientos reales entre las dos procesiones, que  celebra al  año  a la Ermita de Nuestra Señora de las Virtudes.
“En San Lorenzo  del  Escorial a veinticuatro  de Agosto  de mil quinientos ochenta y ocho  años.
"EL    'REY
Por cuanto  de vos el  Concejo, Justicia y Regimiento  de la ciudad de Villena nos fue hecha relación que  en  el  término de dicha ciudad había una imagen de Nuestra Señora de las Virtudes. con la cual  tenían mucha devoción los vecinos de esa dicha ciudad y de  su  comarca y acudían a ella especialmente las Fiestas de Nuestra  Señora de Marzo y de  Septiembre y en  estos días se iba  en procesión a dicha Ermita, que había una legua, iban  todos los  clérigos, frailes, la Justicia, Regimiento y  todos  los demás vecinos de  ella y  era de manera que  en los dichos días se  despoblaba  la  ciudad y  toda la  comarca, traidades menestriles del Reyno  de Valencia, había carreras  de  a  caballo y a de a pie y saltaban y tiraban y al que mejor lo hacia lo  susodicho le  daban  ciertas joyas y a todos  se lea daba de  comer, y  se  solía gastar cien ducados y porque  algunos Jueces    que iban a tomar las cuentas no  las querían pasar, “contaminen la  Cédula Real, exponiendo la petición que  se le ha hecho  al Rey”, enviando al Licenciado Pedro L0pez de Ortega, Alcalde mayor en el nuestro  Corregimiento  de las dos  ciudades y nueve villas, fue acordado que debíamos mandar dar  esta  Cédula y que podéis gastar  entre las dos romerías, hasta la cuantía de  setecientos reales, sin que incurráis en pena alguna.
Hecha en San Lorenzo del  Escorial a veinte y cuatro  días del mes de Agosto    de mil quinientos ochenta y ocho.
Yo     EL    REY	:■
Secretario: Vega.” (23)
NOTICIA DEL  SANTUARIO EN DOCUMENTOS OFICIALES 
 1º  SUMARIO  DEL PLEITO  DE VILLENA, CONTRA  CAUDETE E  INCIDENTE  POR LOS ALORI3ES  La posesión de las  tierras, llamadas de los Alorihes, se las disputaban, Villena, Caudete y Onteniente, disputa que costó la vida a dos villeneros : Pedro Martínez de Olivencia y Juan de  Eslava, cuando gentes de Onteniente y  Caudete, dirigidos por el capitán Mosén de Malferit, que habían reclutado partidarios  en Bocairente, Oliva y Albaida, vinieron sobre Villena en número   superior a los 1.5OO hombres de a pié y a caballo, armados de espadas, lanzas y cimitarras y quemaron  trigos, casas, molinos y colmenas    y llegaron a las puertas de Villena.
Los Reyes Católicos para aclarar  estos  sucesos que duraron varios días y castigar a los culpables, nombran Jueces-Comisarios    a don Juan Pérez de Barradas, Comendador, Corregidor y Justicia Mayor    del Marquesado de Villena y a Mosén Jaime Aviñón, Doctor en Leyes, Lugarteniente del Gobernador del Reino de Valencia y estos Jueces se instalan en el Santuario y allí  toman declaración a diversos testigos y fechan gran parte de los documentos    de este pleito.
“Nos Juan Pérez de Barradas, Gobernador y Justicia Mayor del Marquesado de Villena, por el Rey y la Reina, Nuestros  Señores, y Mosén Jaime  de Aviñón, Doctor en Leyes, Lugarteniente del Reyno de Valencia, Jueces-Comisarios por  el Rey y por la Reyna, Nuestros Señores, por las diferencias que  están entre las villas de Villena del Reino  de  Castilla y las villas de  Caudete y Onteniente del Reino de Valencia, según y mas largamente consta, todo  ello por los  testigos e yuso  escritos, mandamos    a Vos los Alcaldes y Justicias de cualquier ciudad y villas y lugares del Marquesado de Villena, que luego que la parte de Villena, este mandamiento nos fuese presentado y requerido con él, mándeles embargar y embargades cualesquier contias de  sueldos o maravedís    que   sean  de cualesquier vecinos y moradores de las dichas villas de Onteniente y Cadete.
HECHO  EN NUESTRA SEÑORA MARIA DE LAS VIRTUDES, término y jurisdicción de Villena, a diez y nueve días del mes de Junio  del  año del Nacimiento  de Nuestro  Señor   de mil quinientos    un años.
FIRMADO   :   Juan Pérez  de  Barradas    -       Jaime Aviñón Rosell
Por mandado  de dichos señores, Pedro   Romana, escribano. (24)
 2º CARTAS DEL REY, CARLOS V, al Papa Clemente VIT y al  Embajador de  España, ante la Sonta  Sede, Don Juan Manuel,-22 Octubre 1522.-
3º  VER  Libro  de Actas del Ayuntamiento, acta primera que lleva  25  Julio de 1564  “Asimismo nombraron comisarios-regidores para la  Casa, de Nuestra Señora a Rodrigo Martínez de Olivencia y a Juan Martínez Vizcaíno.	
49.- RELACIÓN DE VILLENA DE 1575, Cincuenta y una pregunta, contestación: “En la ciudad de Villena no   se  sabe    que  haya reliquias notables y hay ermitas, una  de Nuestra Señora de las Virtudes,  do   se han  fecha algunos milagros, b) y ay otra ermita del  Señor San Juan y otra del  Señor San  Benito, y otra de San Bernabé y otra de  San Sebastián y otra de San  Cristóbal y otra del Señor Sancto Antón .   (25) 
SIGLO       XVII
LA    PESTE.- Hay peste en  Cartagena, Murcia y otros pueblos relativamente cercanos a Villena. El  Corregidor, que a la sazón era Don Pedro Paz y Guzmán, ordena que las puertas de la ciudad  se  cierren y  se  controle escrupulosamente la entrada en la ciudad de gente forastera. Las Puertas de Almansa, cuya denominación ha llegado a nuestros días, Las Puertas del Molino, situadas, mas o menos, a la altura del Villenense y las Puertas de Biar, ubicadas en la plaza del mismo .nombre, son  cerradas y para  entrar en la ciudad, de día o  de noche, se necesita un  salvaconducto  del Ayuntamiento»
La ciudad está amurallada, pero las murallas  solo  sirven de parapeto o  trinchera para defensa de la ciudad, Nada tendrían de artísticas o monumentales, cuando fueron derribadas y ni un  solo  trozo ha llegado  a nuestros días, Villena cuenta con unos 700 habitantes.
          Habiendo  tenido noticias  esta ciudad, por diferentes partes, de las enfermedades tan perniciosas, que  están    padeciendo  algunos. lugares circunvecinos y que muchas familias desean buscando la  salud, el  irse  a vivir a otros lugares, considerando  esta ciudad que por intercesión de  la  Santísima  Virgen de las Virtudes, Patrona y Abogada, nos ha dado  la salud, algunas familias  se quieren venir  con  sus  casas a ésta; la  ciudad no niega la contratación a los lugares que están sanos, pero, esta  ciudad ha mandado  cerrar  sus puertas; se acordó que con la  ciudad de Murcia y demás lugares  circunvecinos no   se  tenga correspondencia, para asegurar  la  salud que Nuestra Señora nos da. (26)	
Como  siempre que presiente un peligro, el  pueblo acude a la Virgen de las Virtudes y en la  sesión del Ayuntamiento  del día 1  de Agosto de 1677, leemos el  siguiente acuerdo “ Acordó   esta  ciudad considerando  las muchas enfermedades que hay  en los pueblos de alrededor y que  esta  ciudad por  intercesión de  la Virgen goza de  salud, y para que  esta vaya en  aumento se  acuerda  se  traiga a  la  Virgen de  las Virtudes y  se  le haga una novena en la Parroquia del   señor Santiago.
Pero   en  este Ayuntamiento  surge un grave problema, que  tiene que resolver  de forma apremiante. En la misma  sesión  el  escribano  continua diciendo: Propusieron a este  Cabildo  los señores  alcaldes, don Francisco    Cervera y don Pedro Díaz, que han  tenido una carta, suplicándoles  a  esta  ciudad  el  doctor Bernardino  García, Canónigo Magistral de la ciudad de Murcia, Don Salvador de Mergelina, caballero de dicha ciudad y el  señor Inquisidor de la misma, Don Joseph de Médicis y Porres, diciendo que hallándose ellos libres y sus familias del mal que se padece  en la ciudad, por la devoción que tienen a la Virgen de las Virtudes, han elegido venir a esta ciudad."	¡
Esta petición pone en grave aprieto al Ayuntamiento: por una parte desea complacer a tan ilustres personalidades y por otra teme el  contagio de la peste. Deciden  consultar a los médicos que hay en la población y oír  sus pareceres. Don Jerónimo Martínez por  escrito, dice que se les puede admitir, pero guardando la cuarentena. y quemando  todas las ropas de las personas que vengan a la  ciudad. Don Pedro Martínez de Olivencia,  tiene el mismo parecer que  su colega anterior, y afirma que el contagio  de la   peste está en los poros, de las ropas. Doctor don Miguel Ángel, subraya especialmente que guarden  la cuarentena.
	Corregidor y regidores mantienen una enconada polémica  sobre tan arduo problema y consienten, al final, que vengan esas personalidades a Villena, pero guardando la cuarentena, en  el lugar que  se les designe y habiten en chozas de paja y que al  terminar se les pegue fuego    a las chozas. Luego  el ayuntamiento mitiga  su decisión y  señala la casa de Blanqued, en la-Partida del Puerto, luego  en una casa de la Sierra de  Salinas, distante de la ciudad dos leguas y medía, pero mas tarde reconsidera esta decisión y dice  "considerando  esta ciudad que el Puerto  está muy dilatado y no  se puede acudir  con  los bastimentos necesarios que requieren estas personas, se acordó  que se les mejore  el puesto y que  este  sea la Ermita de  San Bernabé  (27)
La Ermita de San Bernabé estaba  emplazada en el área formada al final   de la calle del Copo (como es lógico, esta calle no  existía entonces) cuya área  toma el nombre de San Bernabé y en la actualidad existe  en dicha área una calle que  se llama de  San Bernabé
CI*Í
En el  Ayuntamiento  celebrado  el día 24 de Octubre del  año  que  comentamos, podemos ver la siguiente noticia: Hizo  razón  en  este  Cabildo  el  doctor Jerónimo Martínez de  como ha visitado  al  señor don José de Medicis y a los demás  señores y familias  en la Ermita de San Bernabé y  como  los ha hallado   con  entera salud, sin  tener  causa para no poderles negar   su entrada en la ciudad. Visto por la  ciudad acordó que entrasen  en la ciudad  con  su casa, excepto  la ropa que  tengan de  servicio y  se quede la Ermita cerrada y  se  entregue la llave a uno  de los señores alcaldes."
Villena tuvo ocasión de poner de manifiesto   su hospitalidad. La Virgen de las Virtudes salvó, una vez más, a   su pueblo de  aquella  terrible  enfermedad que  era la peste. 
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